Funciones del auxiliar de enfermería en residencias: brindando cuidados de calidad a los residentes

Los auxiliares de enfermería son los profesionales que atienden y cuidan de los pacientes para garantizar su bienestar tanto físico como mental. Les cuida un equipo multidisciplinar, pero ¿cuáles son las funciones del auxiliar de enfermería en residencias? 

Importancia del auxiliar de enfermería en el cuidado de los residentes

Las auxiliares de enfermería son las encargadas de cuidar a las personas mayores. Si necesitan asistencia personalizada, les prestarán mayor atención y les ayudarán con tareas que no son capaces de realizar por sí mismos. 

El auxiliar de enfermería, como se denomina coloquialmente a los TCAE, son, en definitiva, las personas encargadas de dar respuesta a la problemática del día a día del paciente y asistir a enfermeras o médicos en tareas cotidianas. Sin duda, es una profesión vocacional y de ayuda a los demás.

Entre sus tareas concretas se encarga de limpiar y conservar todo el material sanitario necesario en cada ocasión y mantener en buenas condiciones higiénicas al enfermo y su entorno. También tiene capacidad para realizar todas las tareas administrativas relacionadas con el paciente, como el registro de sus datos y de aplicar técnicas de primeros auxilios.

Bajo la supervisión del enfermero, participa en la preparación de la medicación y se encarga de suministrársela al paciente. El TCAE puede desplazar a los enfermos por las plantas y asistir a los médicos y enfermeros, pero vamos a ver cuáles son las funciones de un tcae en una residencia de ancianos. 

Importancia del auxiliar de enfermería en el cuidado de los residentes

Las funciones de las auxiliares de enfermería en las residencias de ancianos no son tan conocidas como la de otros profesionales sanitarios (médicos, enfermeras…), sin embargo, su papel es clave. Generalmente, sus funciones pueden resumirse del siguiente modo:

• Proporcionan una adecuada higiene, ingesta e hidratación.
• Realizan los cambios posturales.
• Vigilan el descanso nocturno, el estado basal y el cumplimiento de las indicaciones médicas y terapéuticas que promueven su salud.
• Registran todos los parámetros clínicos
• Informan y dan respuesta a cualquier otra necesidad requerida por el mayor.
• Escuchan activamente a los residentes y ofrecen apoyo emocional.

Actividades de apoyo y asistencia realizadas por el auxiliar de enfermería

El auxiliar de enfermería juega un papel fundamental en las residencias de ancianos. Son las que atienden a los pacientes y cuidan de ellos, garantizando su bienestar físico y mental. Si las personas mayores necesitan asistencia personalizada, les prestarán mayor atención y les ayudarán con tareas que no son capaces de realizar por ellos mismos.

Los diferentes estados en los que una persona mayor ingrese en una residencia de ancianos determinan en gran medida la labor que el auxiliar de enfermería tendrá que desempeñar en cada caso. Por ejemplo, si un paciente se vale totalmente por sí mismo, el Auxiliar le ayudará con esas tareas que le cuesten más, como por ejemplo, la higiene. También se encargará de controlar su alimentación y de estar alerta por si se produce cualquier señal de alarma sobre su estado de salud.

En el caso de las personas mayores que son dependientes, aquí la figura del Auxiliar de Enfermería cobra más protagonismo. Deberán ayudar a sus pacientes en tareas del día a día como puede ser cepillarse los dientes, levantarse de la cama, vestirse, comer o trasladarse de un sitio a otro. También tendrán que tratarles con especial delicadeza ya que, especialmente si padecen algún tipo de demencia o enfermedad mental, deben sentir que no son una carga y que son valorados por sus cuidadoras.

Es un trabajo que requiere de altas dosis de vocación y saber tratar con personas mayores. Hay que hacerlo con respeto y educación, intentando siempre que el paciente se sienta a gusto en nuestras manos y logrando establecer cierta confianza, ya que pasará mucho tiempo al día con nosotros.

Colaboración con el equipo multidisciplinario en el cuidado de los residentes

El equipo interdisciplinar en una residencia de mayores es el grupo de profesionales sanitarios, psicosociales, terapéuticos y rehabilitadores encargados de coordinarse para ofrecer a los residentes una atención personalizada y de calidad. Contar con un buen equipo es indispensable para garantizar una atención completa y el trato humano en el día a día de los residentes.

¿Quiénes forman el equipo interdisciplinar en una residencia de mayores?

• Médicos
• Enfermeros
• Auxiliares de enfermería/gerocultores
• Terapeutas ocupacionales
• Fisioterapeutas
• Psicólogos
• Trabajadores sociales

Si bien los cuidados y las visitas de los profesionales que recibe el residente están adaptadas a sus necesidades personales, en el caso de los TCAE: 

• Proporcionan una atención básica a personas mayores que requieran una ayuda especial en las tareas de su día a día. 
• No solo se ocupan del lavado e higiene de los residentes, su trabajo va mucho más allá.
• El auxiliar en geriatría está en el día a día del paciente, lo escucha, lo acompaña y le hace sentir valorado.

Bienestar y seguridad de los residentes

Una de las características más importantes en las que fijarse a la hora de elegir una residencia es la seguridad y la tranquilidad de nuestros mayores. Garantizar estabilidad es tan necesario como ofrecerles otro tipo de cuidados. Son varias las medidas de seguridad necesarias que están presentes en residencias de ancianos. Es muy importante garantizar la seguridad y la tranquilidad tanto de los mayores como de sus familiares. En ocasiones algunos residentes padecen patologías como la demencia que les hace desorientarse y en ocasiones intentar escapar del centro, poniendo en riesgo su seguridad. Gracias a las medidas técnicas y a los medios humanos de los que disponen las residencias se puede mantener sanos y salvos a nuestros mayores.

Una de las medidas de seguridad más extendidas es el control en la entrada. Esto no sirve únicamente para evitar que los residentes huyan y se pongan en riesgo. La misión principal de este control de acceso es el registro de las entradas y salidas de personas ajenas al centro. Todas las visitas deben identificarse al llegar a la residencia y se mantiene un registro de las entradas y salidas como medida de protección.

También existen otras medidas de seguridad como los sistemas de videovigilancia en las áreas en las que la legislación lo permite y no se ve afectada la privacidad de los residentes. Las zonas comunes de los centros o los accesos de entrada y salida en ocasiones cuentan con cámaras de videovigilancia preventivas con el fin de evitar problemas en la seguridad. 

Sin embargo, las medidas de seguridad en residencias de ancianos van más allá. Uno de los aspectos de seguridad a los que se enfrentan las residencias en relación a los mayores es el riesgo de caídas. Para afrontar esta amenaza, los centros cuentan con diversas medidas. El personal de las residencias siempre está pendiente de ofrecer la ayuda necesaria a los mayores. Además, son comunes las barandillas y la ausencia de barreras arquitectónicas para facilitar la movilidad de los residentes.

Documentación y seguimiento de la evolución de los residentes

Una vez que se ha tomado la decisión de buscar una residencia y haber encontrado la perfecta, es momento de pasar al ingreso. Y claro, para los familiares resulta muy importante conocer cómo se va a desarrollar el proceso.

Antes del ingreso, será necesario reunir toda la documentación necesaria. En general, los documentos que suelen pedir son: 

• Fotocopias del DNI de la persona mayor y del DNI del familiar responsable.
• Un informe por parte del médico de cabecera en el que se especifique el estado del anciano, a nivel físico y mental.
• Datos de los seguros personales en caso de que dispongan de ello.
• Los datos bancarios para las transferencias mensuales por la estancia y los servicios de cuidado.

Para el día del ingreso también habrá que entregar ciertos objetos y elementos, tanto enseres personales como documentos. Es el caso de:

• Medicamentos para la primera semana.
• Ropa de temporada y pertenencias de higiene personal.
• La tarjeta sanitaria para las visitas al médico o servicios farmacéuticos.
• Si el anciano tiene algún grado de dependencia, también habrá que aportar la resolución de reconocimiento de la Ley de Dependencia.

Comunicación efectiva con los residentes y sus familias

La comunicación es fundamental para entender las necesidades de un paciente, sobre todo en los de edad avanzada. A medida que pasan los años, la capacidad de comunicación se reduce y conversar con una persona mayor no es lo mismo que con una de edad más joven. Con la llegada del envejecimiento vienen diversos problemas de salud que dificultan el entendimiento y afectan a la audición, creando una barrera comunicativa. Debido a estos cambios físicos y psicológicos, la comunicación con los pacientes de edad avanzada requiere de paciencia y tiempo.

Estrategias básicas, como situarse frente a frente y mantener el contacto visual, son fundamentales en la comunicación con los pacientes ancianos y aún más si poseen dificultades de audición o concentración. La población anciana demanda más servicios sanitarios y por eso los profesionales deben estar preparados para asistir a una población creciente de ancianos, aumentando para ello la comprensión de la problemática de esta franja y aprendiendo a mejorar la comunicación efectiva con ellos.

Por todo ello es necesario mantener una formación contínua y garantizar unos buenos cuidados. En DAE Formación ofrecemos diferentes cursos con los que el alumno podrá fomentar sus técnicas de enfermería como base terapéutica y le proporcionará los conocimientos y habilidades para una formación integral en el cuidado del paciente de edad avanzada.

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DAE Formación

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