13 mayo 2021
Autor: DAE Formación
Duración aproximada de lectura: 3 min

El instrumental quirúrgico tiene que cuidarse para mantenerse en condiciones óptimas. Durante la intervención quirúrgica, la enfermera instrumentista (EI) lo mantiene limpio, impidiendo que la sangre se seque y se pegue a él, lo que evita la corrosión del acero quirúrgico.
Por tanto, el mantenimiento en buen estado del material quirúrgico requiere de una serie de cuidados por parte del personal técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE):

  • Manejo y cuidados adecuados: la inversión que se realiza en instrumentos quirúrgicos dentro de un hospital es elevada. Si se utilizan incorrectamente o se someten a una limpieza inadecuada o manejo brusco, su duración se reduce hasta en los de más alta calidad. Con un adecuado cuidado un instrumento puede durar diez o más años.
  • Procesos de limpieza correctos: considerando que la limpieza y el lavado del instrumental es un paso previo e imprescindible en todo proceso de desinfección y esterilización, de manera que si el instrumental no está perfectamente limpio y libre de suciedad, no habrá una desinfección ni esterilización eficaces.
  • Lubricación regular en cada lavado: se debe engrasar y conservar los motores quirúrgicos con los productos recomendados por el fabricante a fin de mantenerlos en perfecto estado. Las micropiezas de mando no herméticas con conexión de motor deben tratarse con un rociador conservante especial para engrasar y limpiar el interior. Los motores de aire comprimido tienen que ser rociados en el canal de aire con unas gotas de aceite especial. Nunca se aplican productos lubricantes y conservantes en el instrumental elástico antes de esterilizarlo.
  • Calidad del agua utilizada para la limpieza del instrumental: la calidad del agua empleada para el tratamiento del instrumental es de una importancia considerable para conservar el valor del mismo. Una composición desfavorable del agua puede influir negativamente en el proceso de tratamiento. El agua tiene diversas funciones en este proceso:
    • Disolvente para materiales de limpieza y otros materiales de tratamiento.
    • Transmisión mecánica y térmica a la superficie de los objetos lavados.
    • Disolución de residuos solubles en agua.
    • Lavado de soluciones de limpieza.
    • Termodesinfección durante el tratamiento mecánico.
  • Uso de detergentes no abrasivos: toda la sangre, los líquidos corporales y tejidos secos deberán quitarse completamente del instrumental antes de la esterilización. Para ello se dispone de diferentes métodos: inmersión, ultrasonidos, esterilizadores con lavado automático y limpieza manual.
  • Inspección cuidadosa.
  • Empaquetamiento adecuado: para objetos envasados rige la norma internacional EN ISO 11607, en la que se describe el material de envasado y la validación del proceso de envasado. Los envases de objetos deben presentar un sistema de barrera estéril. Esta barrera desempeña la tarea de impedir el acceso de microorganismos al envase y permitir que se puedan sacar de manera aséptica. El envase se ha de poder abrir fácilmente en condiciones asépticas. El sistema de barrera estéril supone una barrera micróbica que impide una recontaminación bajo condiciones establecidas.

Los datos que han de marcarse en cualquier instrumental empaquetado correctamente son:

    • Fecha de esterilización.
    • Envasador.
    • Fecha de caducidad.
    • Contenido.
  • Tras la intervención quirúrgica, el TCAE retira el instrumental y lo lleva al área de descontaminación, donde lo lava.

El lavado del instrumental puede ser manual o ultrasónico.

    • Lavado manual: para la limpieza manual se emplean productos detergentes y no fijadores de proteínas con o sin efecto antimicróbico y/o enzimas. Si se requiere una limpieza desinfectante, se deberá comprobar el efecto desinfectante. Además, a la hora de utilizar los productos de limpieza y desinfección, deben cumplirse las indicaciones del fabricante referentes a concentración, temperatura y tiempo que se ha de mantener el instrumental en la solución adecuada.
      • Abrir todos los instrumentos.
      • Desarmar las piezas completamente.
      • Limpiar mecánicamente el instrumental con jabón, agua y esponjas, así se eliminan todos los residuos orgánicos.
      • Enjuagar con agua destilada.
      • Secar el instrumental.
      • Tras este lavado, el instrumental puede pasar a esterilizarse o a desinfectarse.
    • Lavado ultrasónico: el tratamiento con ultrasonido es especialmente apropiado para apoyar la limpieza del instrumental de acero inoxidable o de otros materiales plásticos duros. El tratamiento con ultrasonido se emplea como método auxiliar para apoyar al tratamiento mecánico en la limpieza manual.
      • Este lavado se realiza en una máquina que produce vibraciones ultrasónicas.
      • El instrumental se deposita en bandejas perforadas.
      • Puede usarse en agua caliente o fría.
      • Tras este lavado, el instrumental quirúrgico pasa a esterilizarse.
  • Almacenamiento de material ya esterilizado: para conservar los instrumentos estériles hasta su aplicación en pacientes, se deberán guardar fundamentalmente en un envase hermético a los gérmenes.

Son requisitos esenciales para el almacenamiento del instrumental quirúrgico: entorno exento de polvo, ambiente seco y ausencia de oscilaciones de la temperatura, con el fin de evitar daños debido a la corrosión. Estas condiciones permiten una duración de almacenamiento de seis meses o más.

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