29 enero 2021
Autor: DAE Formación
Duración aproximada de lectura: 5 min

Se pueden definir las ayudas técnicas como “aquellos instrumentos, dispositivos o herramientas que permiten a las personas que presentan una discapacidad temporal o permanente realizar actividades que sin dicha ayuda no podrían ser realizadas o requerirían de un mayor esfuerzo para su realización”.

Es frecuente que las ayudas técnicas sean confundidas con los medios técnicos para la ayuda, puesto que estos son las modificaciones que se realizan en el medio físico del mayor, cuya finalidad es eliminar las barreras que precipitan al anciano a la discapacidad.

Por ello, en los cursos para enfermería CFC definimos las ayudas técnicas necesarias para conseguir la movilidad del personal, tal y como “los dispositivos que proporcionan, durante el desarrollo de esta, un apoyo adicional del cuerpo humano al suelo, siendo su objetivo permitir el desplazamiento y la movilidad, así como la bipedestación”.

Clasificación de las ayudas técnicas para la deambulación de la persona anciana

En el curso de cuidados básicos para la edad avanzada resaltamos las ayudas comúnmente ofrecidas a las personas mayores debido a sus características fisiológicas o por la presencia de discapacidad.

Manipuladas con un brazo

Se utilizan con un solo brazo o con la ayuda de la parte superior del cuerpo, entre las que destacan los bastones, los bastones modificados o multipodales (trípodes y cuadrípodes) y las muletas.

Bastón común (muletilla)

El bastón es un objeto muy utilizado sobre todo por los varones ancianos, con un mecanismo muy sencillo (Ver Imagen 1). Su objetivo consiste en mejorar la marcha proporcionando seguridad a la vez que mantiene el equilibrio, ya que amplía la base de sustentación al permanecer esta sobre tres puntos de apoyo.

Bastón comúnImagen 1. Bastón

Bastón modificado o multipodal

Son muy similares a los bastones comunes con la diferencia que permiten descargar el peso de una de las extremidades. La constitución que presenta también es similar al bastón convencional, a diferencia de la existencia de una base que puede presentar de tres a cuatro pies de apoyo.

Bastón inglés

También es conocido con el nombre de bastón tipo muleta, bastón canadiense, bastón o muleta Lofstrand, bastón antibraquial o muleta de antebrazo (Ver Imagen 2).

Bastón inglésImagen 2. Bastón inglés

Para su utilización es imprescindible que el paciente cuente con un adecuado tono muscular y la capacidad de movimientos conservada de los miembros superiores. Su colocación se realiza, por norma general, en el lado opuesto al miembro afecto.

Muletas

Este tipo de dispositivos se diferencian de los anteriores por la posibilidad de realizar apoyo directo sobre el tronco (axilar), lo que genera mayor estabilidad y mejora el equilibrio, dejando las manos libres (Ver Imagen 3).

MuletasImagen 3. Muletas

Muletas manipuladas por ambos brazos

Parecidas al grupo anterior, con la salvedad que se utilizan ambos miembros superiores. Destacan en este grupo los andadores que son dispositivos que permiten la marcha debido a su apoyo sobre ellos y sobre las propias extremidades. Su objetivo consiste en incrementar la base de sustentación del anciano para mejorar la estabilidad y el equilibrio (Ver Imagen 4).

Muletas manipuladas por ambos brazosImagen 4. Andador

La utilización de estos dispositivos hace imprescindible que el anciano presente buen tono muscular, valorando en todo momento el equilibrio y la fuerza tanto en miembros superiores como inferiores.

Accesorios

Incluidos en los accesorios se engloban los complementos para facilitar la deambulación, como los sujeta-bastones, conteras de goma para los bastones o andadores, entre otros.

Sillas de ruedas y accesorios

Las sillas de ruedas pueden estar controladas mediante palancas, de forma manual o eléctrica. La forma de manejar las sillas manuales puede ser autónoma (sillas con doble aro o autopropulsables) o por otra persona (no autopropulsables). Por otro lado, pueden presentar cuatro ruedas pivotantes de tamaño reducido o dos ruedas pivotantes delanteras y las traseras de mayor tamaño y un solo eje de giro (Ver Imagen 5).

Sillas de ruedas y accesoriosImagen 5. Uno de los muchos modelos de sillas de ruedas

Para adecuar una silla al paciente es necesario que las dimensiones y características de la silla se adapten a las del usuario, que permitan una apropiada estabilidad en la postura y un correcto reparto de presiones. En caso de que la persona mayor salga con frecuencia al exterior, es necesario que las ruedas sean pivotantes (delanteras) y grandes las traseras para poder solventar las posibles barreras arquitectónicas y puedan desplazarse por terreno irregular. En este sentido, las sillas de ruedas autopropulsadas con doble aro o manivela son utilizadas por ancianos más jóvenes, con vida social activa y capacidad para la transferencia de forma autónoma. En este sentido, en personas mayores con escaso control de tronco o dependientes, la alternativa será la silla de ruedas desplazada por otra persona.
Para finalizar, hay que destacar la importancia de los elementos accesorios para el bienestar del adulto mayor como son los reposabrazos y los reposapiés.

Elección del dispositivo de ayuda para la deambulación de la persona anciana

Cuando se desea adquirir un dispositivo de ayuda para la deambulación, la elección del idóneo se debe fundamentar en la presencia de una serie de características fundamentales:

  • Debe permitir un fácil manejo para ser utilizado de forma autónoma.
  • Tiene que ser eficaz y útil.
  • Debe ser empleado únicamente cuando sea necesario.
  • Debe ofrecer seguridad a la persona mayor.

Financiación de los dispositivos para la deambulación de la persona anciana

Las ayudas técnicas no suelen contar con una cobertura gratuita plena por parte del Sistema Nacional de Salud y más concretamente en los servicios de salud de cada una de las comunidades autónomas.

En el caso de las sillas de ruedas manuales (no autopropulsables y autopropulsables) se financian por el Sistema Nacional de Salud, salvo aquellas sillas manuales con ruedas grandes delanteras maniobradas por los dos brazos, las sillas de ruedas propulsadas con el pie y las sillas de ruedas de fibra de carbono y/o titanio.

Las sillas eléctricas se financian por el Sistema Nacional de Salud cuando el anciano cuenta con limitaciones funcionales en el aparato locomotor por cualquier tipo de enfermedad, malformación o accidente, siempre y cuando cumpla con una serie de requisitos.

En lo que respecta a los bastones ingleses, los trípodes y los andadores de patas, la financiación por el Sistema Nacional de Salud es parcial.

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