Prevenir las úlceras por presión: la formación marca la diferencia
Las úlceras por presión han sido una de las complicaciones más frecuentes y costosas del sistema sanitario. Su aparición es un indicador negativo de la calidad asistencial, ya que la mayoría de las veces son prevenibles con un abordaje adecuado.
La prevención de las úlceras por presión es una de las áreas donde la enfermería tiene mayor impacto en la calidad de vida de los pacientes. Por ello, la formación continuada es fundamental para prevenir y tratar estas lesiones de la piel.
Charlamos con Salvador Postigo Mota, director del Máster de Formación Permanente en Úlceras por Presión y otras Lesiones de la Piel, Heridas Crónicas y Quemaduras (DAE Formación), sobre la importancia de la formación continuada en el abordaje de las úlceras por presión y otras lesiones crónicas.

Avances en el tratamiento de úlceras por presión
Índice de Contenido
Pregunta.- ¿Cuáles son los avances más relevantes en el tratamiento de úlceras por presión o heridas crónicas en general en los últimos años?
Respuesta.- Las úlceras por presión (UPP) y otras lesiones cutáneas crónicas constituyen hoy en día un importante problema por sus repercusiones en diferentes ámbitos, tanto para el propio paciente, ya que afecta a su calidad de vida, como para su entorno, implicando a familiares o cuidadores.
Por ello, me gustaría destacar que la estrategia fundamental para evitar la aparición de UPP u otras lesiones cutáneas crónicas son las medidas preventivas. Es muy importante también la educación sanitaria dirigida al paciente, los familiares y cuidadores con la finalidad de reforzar estas medidas preventivas.
Es fundamental aplicar las medidas de higiene adecuadas, tener un correcto manejo de la humedad y de la movilidad, evitando la fricción y las fuerzas de cizalla. También es prioritario la utilización de superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP).
Dentro de las medidas preventivas, considero importante destacar la necesidad de la aplicación de protocolos y la utilización de las escalas de valoración del riesgo de presentar UPP.
Respecto a los avances más relevantes, cabe destacar la utilización de factores de crecimiento plaquetario, los sustitutos epidérmicos, los apósitos bioactivos, el oxígeno hiperbárico, el oxígeno tópico, los ultrasonidos de baja intensidad y la terapia de presión negativa.
Aspectos éticos y emocionales en el abordaje de UPP
P.- ¿Cómo se abordan los aspectos éticos o emocionales del cuidado de heridas crónicas?
R.- Es muy importante hacer referencia a los aspectos éticos y emocionales relacionados con las heridas crónicas, ya que la aparición de estas afecta a esferas tanto físicas como psicológicas.
El cuidado de heridas crónicas es un desafío clínico que implica profundas dimensiones éticas y emocionales para pacientes, familias y profesionales. Esto implica respetar la dignidad, la privacidad y la autonomía del paciente.
La autonomía del paciente, regulada por la Ley 41/2002, es una norma que configura los derechos de los pacientes como eje básico de las relaciones clínico-asistenciales, tutelando la dignidad de la persona y su libertad, reforzando y dando un trato especial al derecho a la autonomía del paciente.
La autonomía se vuelve compleja cuando la persona está frágil, depende de cuidadores o muestra rechazo por agotamiento emocional. Por ello, es importante ofrecer información clara, adaptar decisiones al nivel de comprensión del paciente y respetar tiempos.
En heridas que llevan meses o años, es fundamental una comunicación honesta teniendo en cuenta las expectativas realistas de curación, las limitaciones del tratamiento y las alternativas terapéuticas.
La dignidad y el respeto al paciente debe estar presente en cada intervención. Las heridas crónicas pueden producir mal olor, exudado, dolor y cambios en la imagen corporal, caso frecuente en las heridas neoplásicas, lo que hace que muchas personas se sientan expuestas, avergonzadas y con una pérdida importante de su propia autoestima.
Es importante cuidar respetando la intimidad del paciente.
P.- ¿Cómo ha cambiado el rol de los profesionales de enfermería en la prevención y el tratamiento de estas lesiones?
R.- El rol de enfermería en la prevención y el tratamiento de heridas crónicas ha cambiado de forma profunda en las últimas décadas. Los avances en investigación y tecnología han propiciado mejoras en el abordaje de las lesiones cutáneas, como las heridas o úlceras.
En la actualidad, la prevención y el tratamiento de heridas crónicas o UPP forman una de las áreas donde los profesionales de enfermería tienen mayor liderazgo clínico, autonomía y responsabilidad interdisciplinar. Todo ello requiere de una formación continuada que actualice al profesional en los últimos avances en el cuidado y protección de la piel.

Formación continuada: clave para un cuidado integral
P.- ¿Qué novedades incorpora esta edición del Máster de Formación Permanente en Úlceras por Presión y otras Lesiones de la Piel, Heridas Crónicas y Quemaduras?
R.- La revisión y actualización de contenidos es parte fundamental para garantizar una información segura, veraz y útil. En esta edición se han revisado los contenidos, los protocolos y las guías basadas en la evidencia científica. Para ello han sido consultados artículos científicos, guías de práctica clínica y documentos de sociedades científicas nacionales e internacionales.
Además, hemos incluido nuevos temas de gran interés para la práctica asistencial. Algunos de estos temas son el abordaje de la epidermólisis bullosa (piel de mariposa), los biofilms o la fisiopatología y microbiología en el proceso de cicatrización. También se ha profundizado en los aspectos emocionales relacionados con las úlceras y lesiones de la piel, en la diabetes y el pie diabético y la atención integral al paciente quemado.
Por su parte, los colaboradores que han participado en los distintos módulos son profesionales de reconocido prestigio en cada una de las materias tratadas, combinando profesionales de la salud de distinto ámbito asistencial o académico.
P.- Uno de los temas que se incluyen en el máster es el abordaje de pacientes con “piel de mariposa”. ¿Qué puede destacar sobre ello?
R.- El abordaje de pacientes con “piel de mariposa” (epidermólisis bullosa, EB) por parte de los profesionales de enfermería requiere un enfoque altamente especializado, delicado y humanizado.
La EB es un grupo de enfermedades genéticas caracterizadas por extrema fragilidad cutánea, formación de ampollas ante mínimos roces y riesgo elevado de heridas crónicas, infecciones, dolor intenso y complicaciones sistémicas.
Su manejo y tratamiento requiere una formación especializada y actualizada de los profesionales de enfermería. Por ello, se ha incluido como un nuevo módulo dentro de este máster.
P.- ¿Qué peso tienen los casos clínicos en el máster?
R.- Uno de los apartados que incluye cada módulo del máster son los Casos clínicos, estos suponen un enriquecimiento y una aplicación clínica de los contenidos tratados en los distintos bloques temáticos.
Para una enfermera/o comprender la teoría es esencial, pero en el caso clínico es donde se integra el conocimiento. Los casos clínicos ayudan a analizar, priorizar y decidir ante situaciones que pueden darse en el día a día. Por tanto, los casos que se incluyen presentan escenarios a los que, tarde o temprano, el profesional tendrá que enfrentarse.
Actualización en conocimientos y habilidades
P.- Desde su experiencia docente y clínica, ¿considera que la formación enfermera en el abordaje de las úlceras por presión es adecuada?
R.- Desde mi punto de vista, la formación básica suele ser insuficiente y heterogénea para el nivel de complejidad que requieren estas lesiones. Por otra parte, muchos profesionales de enfermería aprenden por transmisión de compañeros, lo que genera variabilidad y prácticas no actualizadas.
Podemos afirmar que la formación en este tipo de abordajes puede ser excelente en determinados casos, pero no lo es de forma generalizada.
La oferta del Máster de Formación Permanente en Úlceras por Presión y otras Lesiones de la Piel, Heridas Crónicas y Quemaduras, de DAE Formación, tiene como finalidad la actualización en todos los aspectos relacionados con las heridas crónicas.
En definitiva, la formación continua de los profesionales de enfermería es una herramienta esencial para mantener actualizados los conocimientos y las habilidades en el manejo de las heridas crónicas. Permite a los profesionales incorporar las últimas evidencias científicas, dominar técnicas avanzadas, prevenir complicaciones y aplicar cuidados individualizados integrales al paciente.
Además, el desarrollo continuo de un profesional refuerza el razonamiento clínico y la toma de decisiones segura.
En conjunto, la formación permanente garantiza una práctica competente, basada en la evidencia científica y centrada en la calidad de vida del paciente proporcionando unos cuidados dignos, seguros y de calidad.











