Guía para administrar medicamentos a niños
Muchas personas no tienen muy claro cómo administrar los medicamentos a niños. La administración debe hacerla el personal de Enfermería que esté capacitado y sea consciente de los efectos que pueda producir el fármaco al momento de administrar, por ello es muy necesario solventar las dudas para evitar cualquier tipo de fallo en la administración.
Consideraciones generales en pediatría
Índice de Contenido
Los pacientes pediátricos son más susceptibles de sufrir errores de medicación que los adultos y de que estos sean más graves. Son errores que mayoritariamente se producen en las etapas de prescripción y administración, y el problema suele ser un error en la dosificación del medicamento.
La delegación española del Instituto para el Uso Seguro del Medicamento (ISMP-España) ofrece una serie de recomendaciones para evitar los errores en el área de pediatría. La incidencia de errores de medicación en este grupo de pacientes es más frecuente que entre los adultos y suelen ser errores potencialmente más graves.
Los errores de medicación más comunes en la escuela incluyen:
- Dejarse una dosis.
- Errores en la dosis, especialmente dosis dobles y sobredosis.
- Dar el medicamento equivocado al niño equivocado.
- Dar un medicamento sin el permiso de los padres o de un profesional sanitario.
- No administrar a tiempo un medicamento de urgencia.
- No registrar que se ha administrado un medicamento.
- No detectar síntomas que podrían necesitar una evaluación médica.
Cálculo de dosis y ajustes según edad y peso
A diferencia de los adultos, en los cuales la mayor parte de medicamentos ya tienen una dosis establecida. En Pediatría es necesario calcular la dosis a administrar de acuerdo con el peso en kilogramos (kg) o a la superficie corporal.
El cálculo de la dosis de medicamentos en Pediatría más utilizado es en base al peso en kg del paciente. Sin embargo, el método más exacto es el que utiliza la superficie corporal.
Aspectos generales para el cálculo de dosis pediátricas
Para calcular la dosis pediátrica de un medicamento se necesita conocer tres datos esenciales:
- Peso del paciente (Kg).
- Dosis del medicamento.
- Presentación del medicamento.
De forma tradicional se prefiere trabajar con el peso en kilogramos. La mayoría de las literaturas y dosis están expresadas en kg. Es importante también prestar atención a la dosis del medicamento. Algunos medicamentos traen su dosis expresada en un total a administrar durante el día. Mientras que otros la expresan en dosis a administrar cada cierto número de horas.
Vías de administración más comunes
La vía de administración de un medicamento es la manera en que llega al cuerpo, es decir, cómo se introduce en el organismo. Según las características del paciente (lugar, edad, estado y del tipo de tratamiento, se escogerá la opción más adecuada.
Influye también la forma farmacéutica, que es, según la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), “la forma externa que adopta un fármaco y la que hace posible, fácil y eficaz su administración”. Es decir, un medicamento con un mismo principio activo -que es la sustancia o mezcla de sustancias destinadas a ejercer una acción terapéutica o diagnóstica que lo componen- puede presentar varias formas farmacéuticas. Por ejemplo, un mismo medicamento puede ser administrado como inyectable, comprimido o supositorio, y cada una de ellas constituye una forma farmacéutica. Y, por otra parte, para cada vía de administración hay formas farmacéuticas diferentes.
Los fármacos se introducen en el organismo por diversas vías. Estas pueden ser:
- Administrados por la boca (vía oral).
- Inyectados en una vena (vía intravenosa, IV), en un músculo (vía intramuscular, IM), dentro del espacio alrededor de la médula espinal (vía intratecal) o debajo de la piel (vía subcutánea, SC).
- Colocados debajo de la lengua (vía sublingual) o entre las encías y la mejilla (vía bucal).
- Introducidos en el recto (vía rectal) o en la vagina (vía vaginal).
- Colocados en el ojo (vía ocular) o en el oído (vía ótica).
- Vaporizados en la nariz y absorbidos por las membranas nasales (vía nasal).
- Inhalados en los pulmones, habitualmente por la boca (por inhalación) o por la boca y la nariz (por nebulización).
- Aplicados en la piel (uso cutáneo) para un efecto local (tópico) o en todo el cuerpo (sistémico).
- Distribuidos a través de la piel mediante un parche (transdérmico) para obtener un efecto sistémico.
Precauciones y errores a evitar
Los niños o pacientes pediátricos son el colectivo que mayor incidencia de errores se pueden cometer en cuanto a administración de medicamentos hablamos. Existen varios factores que hacen que aumente el riesgo.
En primer lugar, es importante conocer la edad exacta del niño, así como sus medidas, tanto en peso como en talla, ya que en pediatría debemos calcular dosis individualizadas de muchos medicamentos que queremos administrar, puesto que no existe una medicina pediátrica específica de todos los fármacos, sino que se reutilizan los medicamentos de adultos verificando la dosis para los más pequeños.
Aunque los errores de medicación pueden aparecen en todas las etapas del sistema de utilización de medicamentos, se producen más frecuentemente en la prescripción y en la administración, incluyendo también la administración por parte de los padres y cuidadores en el domicilio del paciente. En cuanto al tipo de error, los más habituales son los errores en la dosis, los de omisión o retraso en la administración y los de preparación.
Errores de prescripción
La mayoría de los errores de prescripción en pediatría consisten en errores en la dosis, lo que se atribuye al ajuste necesario de las dosis para niños en función de su edad, peso o superficie corporal. La amplitud de variables facilita que los profesionales no reconozcan estos errores, y es que debemos considerar que la dosis para un adolescente puede ser hasta 100 veces superior a la de un recién nacido.
Estos problemas suelen aparecer por errores en el proceso de cálculo, como utilizar un peso incorrecto o no considerar la dosis máxima para niños de mayor peso o edad. También contribuye la falta de experiencia en el uso de medicamentos en estos pacientes o la confusión entre las dosis prescritas en volumen en vez de unidades de masa.
Errores en la dispensación y la administración
En la dispensación, el error más común también se encuentra en la dosis, ya que se suele dispensar presentaciones de adultos en vez de la pediátrica. En la administración volvemos a encontrar la dosis como problema más habitual, con causas análogas a las señaladas en los errores de prescripción. Un caso que puede llegar a ser especialmente grave son los errores de administración por vía equivocada, en particular por la administración intravenosa de formulaciones orales líquidas.
Otra situación de riesgo se da en la administración por parte de los padres y cuidadores, a menudo por una falta de información adecuada sobre cómo dosificar de forma correcta los medicamentos. La figura de los profesionales sanitarios es fundamental a la hora de proporcionar información clara a los padres y cuidadores, así como para asegurarse de que entienden bien cómo han de administrar el medicamento.
Educación y comunicación con padres y cuidadores
Desde el Centro de Información de Medicamentos de Cataluña (CedimCat) dan consejos para dar medicamentos a los niños: los padres o cuidadores deben conocer los trucos para dar medicamentos a los niños, el nombre del medicamento y para qué sirve, las contraindicaciones e interacciones importantes que pueda tener ese fármaco con otros que esté tomando el niño, o con los alimentos de su dieta, la dosis, la frecuencia de administración y la duración del tratamiento, cómo debe administrarse y si tiene que tener en cuenta precauciones, como por ejemplo, si es necesario tomarlo con comida.