¿Tienes lo que hay que tener para hacer el EIR?
Dedicado a los profesionales de la enfermería.
Después de 4 años estudiando, nos encontramos con un futuro incierto y por ello, con la necesidad de seguir especializándonos sin saber exactamente si dicho esfuerzo será contraproducente o acertado.
Lo digo porque cuando una persona se concentra en los estudios, posiblemente no se encuentre en condiciones para mantener un espectro de actuación lo suficientemente amplio como para mantener un ritmo constante en la búsqueda de oportunidades laborales.
A mí me asalta la duda sobre si los estudiantes de enfermería tienen lo que hay que tener para una vez concluidos sus estudios, reprogramar y reactivar sus neuronas con el objetivo de seguir estudiando.
¿No es algo extraño que en un escenario económico donde se emplaza a la gente a emprender, existan convocatorias como las realizadas en el EIR enfermería? ¿No se trata de algo anacrónico y la vez vinculante?
A eso me refiero. Dicha vinculación no deja de ser un contraste en una sociedad consumista donde parece ser que todos debemos ser líderes y ninguno liderado.
Queda claro que estamos refiriéndonos a un sector necesario y estratégico; emplazado en una cultura del bienestar a la que no pensamos renunciar bajo ningún concepto, pero al igual que se valora que un profesional de la enfermería posea las aptitudes requeridas para el buen desempeño de su profesión, es alarmante la escasez de metodologías medibles de las actitudes a poseer y consecuentemente demostrar.
Estamos buscando a un enfermero o enfermera amable, empática, objetiva, inteligente, rigurosa, ordenada, disciplinada, dinámica, atenta, espontánea, simpática, protectora y generosa. ¿Es usted así? ¿En las pruebas del EIR se analizan estos parámetros? No lo creo.
En las pruebas EIR se valora la memorización de los términos y de las palabras. No es casualidad, por lo tanto, que en diferentes foros se mencione ese bienintencionado “¡Suerte!” ante la expectativa de pasar la prueba.
Lo que sí tengo claro es que cada vez somos más, más mayores y más enfermos. ¿Cómo es que nos sobran profesionales de la enfermería? Una cuestión macroeconómica que parece ser que por ser grande, no somos capaces de ver. ¿Se acuerda de eso de los árboles y el bosque? Pues no es así en absoluto.
No hay árboles y por lo tanto, no hay bosque. Lo que hay es una tremenda y espaciosa desolación…
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